En cada uno de esos lugares dejará sobres que adentro contienen 113 palabras, las mismas con las que Julio Cortázar construyó el Capítulo 8 de su novela Rayuela. Habrá, además, dentro de cada sobre una nota con instrucciones: (1) tomar al azar no menos de diez palabras (2) dejarlas como palabras y/o hacer con ellas alguna transformación (3) organizarlas según el modo que se desee (4) tomar una foto y enviar por e mail a la investigadora.

Palabras diseccionadas forma parte de Investigaciones Inútiles, investigaciones que fracasan y dejan al descubierto los huecos de un método cuando se intenta dar explicación al misterio. Así, tomando como hilo conductor y provisorio la novela Rayuela de Cortázar, trabajo sobre posibles derivas de las búsquedas de esta investigadora ficticia.

¿Cómo construimos sentidos? ¿Cuáles son los supuestos, procedimientos y metodologías que ponemos en funcionamiento?, y en todo caso, ¿es posible, ponerlos en duda? En medio de esta retórica, la investigadora buscará un punto de fuga por donde abrirse paso y desafiar su método rígido, objetivo y cuantificable. Reformular su modelo y esperar que se le revele una nueva forma de captación del mundo.

Entonces, quizás una rendija posible sea salir a la calle y poner en relación niveles de la realidad distanciados unos de otros. Crear una coordenada que habilite un encuentro fortuito, y en ese intercambio ensayar construcciones colectivas de sentido.

— ¿cómo responde y qué cuenta una comunidad cuando es interpelada de forma arbitraria a ser parte de una construcción poética? —.